jueves, 12 de enero de 2012

El mejor de los pecados el haberte conocido.

Tarde, como siempre. Moría por sus mejillas rojizas, por esa peca al lado del ombligo y por los carrillos de su sonrisa. A pie ligero, fumándose la vida, paso a paso. Cantando a pleno grito en el corazón de París Wonderwall. Ella la más reina de todas las divas. Ella más a la moda que Milán. La chica con el corazón más grande que Oxford Street. Ella, la dueña de todos los sueños menos del de aquel chico de ojos grises.Quizás sólo le interesa porque está prohibido.

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