Don't think twice, it's alright.

Mientras Sabina se pregunta quién le ha robado el mes de abril yo se lo regalaría al ladrón. Sin duda, este es el peor mes del año y la primavera más larga de la historia. Hoy podría hacerte llorar con un par de líneas mal escritas o reír con un beso robado entre la soledad de la cama en el que me hiciste perder la cordura aquella noche. Con una copa de más y un capítulo de menos mi razón te echa en falta desde el rincón más oscuro de mi habitación. Es ahora o nunca. Arriesgarlo todo y dar el 200% para que tú y yo acabemos compartiendo batidos, besos y sábanas. No sabes hasta que punto te metiste dentro de mi y me marcaste, como la droga pero peor.
El error fue que eramos dos pequeños corazones que latían demasiado fuerte, nadie podría soportarlo, menos alguien tan espontáneo como tú, menos alguien tan cabezota como yo. Pero a día de hoy cada día tengo más mono de ti, más claro que arriesgaría por esto y menos ganas de estar sin ti.  No puedo evitarlo, sigo perdiendo los papeles cuando me sonríes desde el otro rincón de la ciudad. Como si no hubiese pasado el tiempo sigo buscando esa mirada dentro de tus ojos, la que me dedicabas por cada minuto de gloria de nuestros besos. Recuerdo las ganas, los escalofríos en la nuca, tu olor trepando por mi ropa peor que la cocaína, besos que dejan huella y abrazos con cicatrices en la piel de por vida. Dos corazones demasiado pequeños e inocentes para tantos latidos. A la 5ª cerveza me acuerdo de todo lo que me hizo perder la cordura a tu lado, de noches salvajes y días aún peores. Y voló el tiempo cuando lo único que quería era que se detuviese. Cuando estaba contigo, cuando todo era poco para verte, cuando cada segundo era felicidad, más que ayer, menos que mañana. Que me volvería a pillar hasta las trancas de tu sonrisa y de tu peca encima de la boca. Que volvería a darlo todo por ti. Que quiero ser la persona por la que sonrías cada día, esa persona que te robe el aliento, esa persona que te haga seguir hacia adelante, esa persona...esa que fui y que seré con un soplo de ayuda.
Ahora piensa, si hoy fuese tu último día, ¿desaprovecharías tus últimas 24 horas conmigo?