viernes, 20 de abril de 2012

This one goes out to the sinner and the cynical.

Me llamo María pero mis mejores amigas me dicen Meri. Nací en el pueblo más bonito del mundo, junto a gente que me quería, con la mejor familia y con una hermana que es una perfecta cabrona pero que sin ella yo no sería ni la mitad de la mitad de la mitad de lo feliz que soy. Apenas tengo 17 años y toda una vida por delante. Soy una chica muy cabezota, en ocasiones rencorosa pero siempre perdono. Dicen que me paso de buena y que por excesos soy tonta, que la ingenuidad siempre va conmigo y que confio demasiado pronto. Me la han jugado muchas veces y quizás a veces no me he desahogado lo suficiente. Me califican de pasota pero no he conocido a nadie que sea capaz de rallarse tanto como yo. Si te metes en mi corazón te va a costar salir y si derrocho una lágrima por ti siéntete importante, no lo hago por cualquiera. Siempre estoy sonriendo, aunque esté pasando por el peor momento de mi vida me gusta ver que el mundo no es tan malo como lo pintan y que cuando la vida es una píldora amarga que tragar te la tragas y para adelante. Me considero fan, fan fatal de Bon Jovi, la número 1 y más. Amo a Sabina, a Bunbury y a Pereza pero no soy capaz de soportar a Monserrat Caballe. Soy una fotógrafa en prácticas y probablemente me quede así de por vida. Odio el amarillo, me parece un color que siempre quiere llamar la atención y amo el verde en los ojos de los chicos morenos. Muchas veces no me soporto, pienso en lo nota que puedo llegar a ser, en los besos que me quedan por dar y en los te quiero que nunca diré. Soy deportista pero no entreno lo suficiente y si me das un teclado te puedo tocar cosas que ni te imaginas. Soy muy vergonzosa al principio y después me convierto en un huracán de sensaciones. Me considero positiva en todo menos en el amor. Más de una vez he perdido a quien quería por no saber decirle no te vayas. Alguna que otra vez he sido falsa pero lo justo. Para los tiempos que corren soy demasiado beata, me parezco a la persona más grande del mundo, mi segundo amor, mi abuela. He perdido a personas muy importantes y he llevado flores para la persona de la que más orgullosa estoy, el hombre más fuerte y más valiente del planeta, ese que lo dio todo por mi abuela, él, que me quería tanto, él, que me enseñó a sanar las heridas con limón y a afrontar los problemas con calma, dignidad y lo más importante, con mucha humildad, él, mi Santo.
No intentes comprenderme, no intentes quererme antes de conocerme, pero eso sí, si quieres saber algo más de mi te abriré las puertas a mi mundo, eso si, no te prometo que te guste, pero comparado con el infierno, no se está tan mal.



No hay comentarios:

Publicar un comentario