lunes, 6 de agosto de 2012

Eres el más grande, eres un terremoto.


En ese momento comenzó todo. Cuando dejamos de lado nuestras diferencias y empezamos a sumar momentos juntos. Detrás de cada minuto y cada risa algo está empezando a hacerse esencial. Jugando a cosas que los niños no entienden. En un abrir y cerrar de ojos la cordura desapareció de nuestras vidas y nos perdimos entre abrazos confusos, suspiros rebeldes y caricias prohibidas. Una sonrisa, una boca abierta, ese dulce placer, ese deseo perfecto y esas dos lenguas que hablan de amor en la penumbra. Labios que se rozan, bello de punta y parpadeos que se sincronizan. Nos abandonamos a ese beso nuevo, diferente y misterioso. Sí. La felicidad también es eso. Una pequeña locura, un momento para uno mismo. Camas ajenas compartidas pero siempre con la misma persona. Siempre con ganas de más y sin echar la vista atrás, dejando a un lado las cosas malas y el pasado y perdiéndonos en tus ojos verdes primavera, azules en verano. 
Podéis llamarlo casualidad, complicidad o acierto.  Yo lo llamaría suerte. Suerte de estar en el lugar perfecto en el momento idóneo con la persona correcta. Contigo. Un huracán de sensaciones. El Rolling Stone del momento. El chico más perfecto de este mundo imperfecto. Joder, el chico que me ha hecho más feliz en el último puto año.

1 comentario:

  1. Increíble entrada, super bonita. Espero que esta historia no se termine nunca y puedas tener esta sensación en ti lo máximo posible.
    Always live for today.

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