2º de Bachillerato A

Septiembre ha llegado, y con él el nuevo curso.

Llegan los amores de verano a punto de caducar. Las noches de café, de apuntes y bibliotecas. Llegan los exámenes, el instituto, los secretos, los madrugones, las horas muertas. Llegan los estudiantes de segundo de bachillerato, con más pájaros en la cabeza que pies en la tierra. Llegan los reencuentros, los viejos amigos, las nuevas historias, los bocadillos del instituto, los viernes a las 3 de la tarde. Llegan los ajustes de cuentas y las cuentas pendientes. Llegan las sonrisas a las 8:30 de la mañana.

Llegan proyectos, retos, planes. Llegan las ganas de cambiar el mundo desde el recreo de media hora.

Llegan las miradas cruzadas por los pasillos, las risas, las ojeras, las ganas de estrenar los lápices, las ganas de que llegue ya junio. Llega la vuelta al cole.

Es tiempo de guardar la ropa de verano y sacar la de otoño. De volver a acostumbrarse a no trasnochar entre semana. De conseguir que las ganas que tenemos al empezar el curso lleguen hasta el final. Ahora es el momento de ser librepensadores, porque aunque los culpables se atreven a decir que somos la generación perdida, es tiempo de vivir al máximo. 

Septiembre ha llegado. Los profesores empiezan a calentar las voces porque saben que al final del curso se quedarán sin ella.

Vuelve el Almenara. Volvemos a la carga.